El agua sobrante de la fuente de Barinas iba a parar al lavadero. El lavadero en un principio se construyó sin techo. No obstante, es obvio pensar que las mujeres que haya acudían a alabarles, era más cómodo, trasladar la ropa sucia hasta el lavadero, que no acarrear, calderos de agua a sus casas y allí, proceder a limpiar la ropas de sus familias. también se cuenta que el lavadero era una forma de hacer vida social y conocer de las cosas que sucedían por la aldea a través de los comentarios de todo tipo que allí se trataban. Para realizar el lavado, las mujeres entonces debían ponerse de rodillas, y para no dañarse colocaban en el suelo, un cojín, encima de él, un pequeño montón de ropa y sobre ella se arrodillaban. 
En el año 1934, el lavadero se te echó, y con el paso de los años acondicionó para que las mujeres pudieran proceder al lavado en una situación más cómoda, de pie. Extracto del Libro "Un Lugar llamado Barinas" Juan Navarro Lifante y María Ascensión Tenza Carrión.