En la frontera jurisdiccional de los concejos de Cartagena y Murcia, es una torre rural de finales del siglo XVI, mandada construir por Don Diego Bienvengud Rosique, capitán y regidor de Cartagena, para defender de las incursiones de los piratas berberiscos su señorío de Hoya Morena y el Ramí, posiblemente sobre los restos de una torre de origen árabe, la de Faraich Arramin (Faray el Ballestero), que aparece mencionada en el Libro del Repartimiento de Murcia de Alfonso X el Sabio (siglo XIII).
Estas fortificaciones privadas formaban, junto a las torres reales y las concejiles, parte del entramado de torres vigías que fueron construyéndose durante el siglo XVI, en respuesta a los constantes ataques corsarios a la costa, fruto de la alianza entre el Imperio Otomano y los sultanatos norteafricanos.
En la frontera jurisdiccional de los concejos de Cartagena y Murcia, es una torre rural de finales del siglo XVI, mandada construir por Don Diego Bienvengud Rosique, capitán y regidor de Cartagena, para defender de las incursiones de los piratas berberiscos su señorío de Hoya Morena y el Ramí, posiblemente sobre los restos de una torre de origen árabe, la de Faraich Arramin (Faray el Ballestero), que aparece mencionada en el Libro del Repartimiento de Murcia de Alfonso X el Sabio (siglo XIII).
Estas fortificaciones privadas formaban, junto a las torres reales y las concejiles, parte del entramado de torres vigías que fueron construyéndose durante el siglo XVI, en respuesta a los constantes ataques corsarios a la costa, fruto de la alianza entre el Imperio Otomano y los sultanatos norteafricanos.
En la frontera jurisdiccional de los concejos de Cartagena y Murcia, es una torre rural de finales del siglo XVI, mandada construir por Don Diego Bienvengud Rosique, capitán y regidor de Cartagena, para defender de las incursiones de los piratas berberiscos su señorío de Hoya Morena y el Ramí, posiblemente sobre los restos de una torre de origen árabe, la de Faraich Arramin (Faray el Ballestero), que aparece mencionada en el Libro del Repartimiento de Murcia de Alfonso X el Sabio (siglo XIII).
Estas fortificaciones privadas formaban, junto a las torres reales y las concejiles, parte del entramado de torres vigías que fueron construyéndose durante el siglo XVI, en respuesta a los constantes ataques corsarios a la costa, fruto de la alianza entre el Imperio Otomano y los sultanatos norteafricanos.
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Estas fortificaciones privadas formaban, junto a las torres reales y las concejiles, parte del entramado de torres vigías que fueron construyéndose durante el siglo XVI, en respuesta a los constantes ataques corsarios a la costa, fruto de la alianza entre el Imperio Otomano y los sultanatos norteafricanos.
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Estas fortificaciones privadas formaban, junto a las torres reales y las concejiles, parte del entramado de torres vigías que fueron construyéndose durante el siglo XVI, en respuesta a los constantes ataques corsarios a la costa, fruto de la alianza entre el Imperio Otomano y los sultanatos norteafricanos.
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Estas fortificaciones privadas formaban, junto a las torres reales y las concejiles, parte del entramado de torres vigías que fueron construyéndose durante el siglo XVI, en respuesta a los constantes ataques corsarios a la costa, fruto de la alianza entre el Imperio Otomano y los sultanatos norteafricanos.
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Estas fortificaciones privadas formaban, junto a las torres reales y las concejiles, parte del entramado de torres vigías que fueron construyéndose durante el siglo XVI, en respuesta a los constantes ataques corsarios a la costa, fruto de la alianza entre el Imperio Otomano y los sultanatos norteafricanos.
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En la frontera jurisdiccional de los concejos de Cartagena y Murcia, es una torre rural de finales del siglo XVI, mandada construir por Don Diego Bienvengud Rosique, capitán y regidor de Cartagena, para defender de las incursiones de los piratas berberiscos su señorío de Hoya Morena y el Ramí, posiblemente sobre los restos de una torre de origen árabe, la de Faraich Arramin (Faray el Ballestero), que aparece mencionada en el Libro del Repartimiento de Murcia de Alfonso X el Sabio (siglo XIII).
Estas fortificaciones privadas formaban, junto a las torres reales y las concejiles, parte del entramado de torres vigías que fueron construyéndose durante el siglo XVI, en respuesta a los constantes ataques corsarios a la costa, fruto de la alianza entre el Imperio Otomano y los sultanatos norteafricanos.