Su fachada es un modelo típico del barroco murciano, con dos torres de sillar y ladrillo que la flanquean. Su interior está formado por tres naves, en las laterales hay pequeñas capillas, con distintas advocaciones, sobre estas se abren unas tribunas con sus respectivos balconcillos, con rejería de forja típica del siglo XVIII.
El retablo mayor, de Paolo de Sistori, es de arquitectura fingida, al gusto neocásico pintando sobre telón, algo muy frecuente en el barroco murciano y las pituras del mismo, con grandes cuadros representativos del nacimiento de Cristo y su resurrección, son de Folch de Cardona, de la Escuela Academicista valenciana.
Alberga en su interior la imagen del Cristo de la Salud siglo XVIII, que procesiona en Viernes Santo.