Ignacio Benedicto Albaladejo

Aunque soy un veterano guía profesional, mi primera vocación fue el periodismo. Decidí convertirme en guía oficial hace más de 20 años, para hacer lo que mejor se me da: contar historias sin intermediarios. Por esa época, a principios de los años 2000, mi ciudad natal, Cartagena, despertaba de un prolongado letargo durante el cual había vivido de espaldas a su herencia patrimonial. Una vez que la urbe se reconcilió con su impresionante legado, concluí que no había manera mejor de ganarse la vida que difundir su pasado y su presente. Para ello, además de mi lengua natal, tenía otra poderosa herramienta; mi dominio del inglés, idioma que me ha acompañado desde mi infancia, de manera que trabajar en el campo del patrimonio desde entonces ha sido, además de mi oficio, un gran disfrute.