El aspecto más destcado del Sendero de los Cocedores de Águilas son los numerosos cocederos de esparto que jalonaban la costa, especialmente a lo largo del recorrido del sendero, aunque muchos de ellos han desaparecido por el desuso y la urbanización de espacios en los que se encontraban.

Esta especie de balsas marinas son los cocedores de esparto. En ellos se sumergía el esparto para blandear sus fibras y dotarlas de un color característico. Después se secaba y era picado para obtener una fibra más fina. La industria en torno al esparto y su exportación fueron cruciales para la economía local en el siglo XIX y gran parte del XX.

A lo largo del Sendero también existen 3 bunkeres (nidos de ametralladora) restaurados en dos zonas del recorrido, junto a las playas con Bandera Azul (Matalentisco: 2 búnkeres, y Calarreona: 1 búnker). Se trata de construcciones semiexcavadas en el terreno y fabricadas con hormigón ciclópeo (calizas) y armazón de hierro procedente de material ferroviario reutilizado (raíles, traviesas y restos de vagonetas).

La zona cuenta también con representaciones de interés de la arquitectura rural tradicional, como aljibes y casas cueva, además de antiguas edificaciones como el Cuartel de Carabineros de Calarreona.