Fue construida en el año 1973, cuando era alcalde D. Fulgencio Pérez Artero. Las gestiones realizadas por el alcalde comienzan con la compra del terreno al farmacéutico vecino de Totana, D. José Cascales Alemán, propietario de la finca en el sitio denominado Rincón de la Rueda con un total de 1.373 m², en el Paraje del Agua Salá.
Un lugar próximo al primitivo asentamiento de la población de Alcantarilla donde, según la tradición, a finales de la Edad Media, en el s. XIV apareció, junto al cauce del río Segura, una pequeña imagen de la Virgen de la Presentación, también conocida como Virgen La Pequeña. Se cuenta, que Alcantarilla, con las inundaciones, sufrió una epidemia de peste muy importante, y sus vecinos invocaron ayuda a su Virgen Niña para que los curara de esta enfermedad. Entonces, agradecidos con ella por la curación, le cambiaron el nombre, llamándola Virgen de La Salud.
La primera ermita de Ntra. Sra. de La Salud, actualmente desaparecida, se ubicaba en los alrededores del Paraje del Agua Salá, lugar donde se instalaron los frailes de la Orden de San Francisco de Paula cuando llegaron a Alcantarilla, entre finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Las autoridades religiosas del momento cedieron a los frailes la ermita para su cuidado y lugar de oración, realizaron un inventario y establecieron las condiciones que debían seguir para su mantenimiento. Entre los objetos que figuran en el inventario del día veintiséis de mayo 1704, destacamos “Un manto rosa para Nuestra Señora La Pequeña”.
Cuando los frailes se trasladan al nuevo convento construido, actualmente la fabrica de palas, conocido como el Convento de San Francisco de Paula o del Mercado, llevan la imagen de la Virgen para dar continuidad a la devoción y protección al pueblo de Alcantarilla.
A lo largo de la historia, Alcantarilla y su Ayuntamiento han rendido honor y gran devoción a su patrona la Virgen de La Salud y la nombran, en el año 1955, con el alcalde D. Juan Martínez Beltrán, alcaldesa honoraria (con los tributos de la vara de alcaldesa y la medalla corporativa) y se consagra la villa de manera oficial, pública y solemnemente a María Inmaculada. Posteriormente, en el año 1973, para rendir culto a nuestra patrona, bajo el patrocinio de la alcaldía, se procede a la adquisición de los terrenos y a la construcción de la ermita y a su acceso urbanístico, que el mismo alcalde D. Fulgencio Pérez Artero en nombre del Ayuntamiento promueve con la ayuda económica de los vecinos, de algunas empresas de la localidad y de subvenciones del Gobierno Civil de Murcia.
El proyecto de la ermita se le encarga al arquitecto municipal D. Demetrio Ortuño Yañez y la construcción al maestro de obras D. Francisco Sandoval Almagro. Se trata de un edificio exento, con una superficie construida de 76,35 m², de planta rectangular con una nave central que sobresale al exterior en la cabecera y se proyecta a diferente altura, llegándose a ella tras una escalinata donde se alberga el camarín para la Virgen. Y a los pies, con una entrada porticada flanqueada por dos columnas. La cantidad estimada del presupuesto de la obra fue de 250. 000 pesetas.
La fachada principal nos recuerda a las típicas ermitas murcianas del siglo XVIII ( son muchas las que se construyen en este siglo que han servido de inspiración en los siglos posteriores, momento de máximo esplendor en Murcia gracias al auge de la industria sedera) con el frontón triangular y coronada con una espadaña para la ubicación de la campana. Nos encontramos ante un edificio religioso con una corriente de inspiración muy lejos de modelos artísticos contemporáneos. Los materiales utilizados son la piedra y el ladrillo visto y, la cubierta a dos aguas con teja cerámica curva. La campana es de bronce, de un barco inutilizado de la Marina española, y fue regalada por el Excmo. Sr. Capitán General del Departamento Marítimo de Cartagena Almirante Yusty Pita, con una inscripción que dice: “La zona Marítima del Mediterráneo a Alcantarilla, marzo de 1973”. Al exterior del edificio se conservan dos obeliscos de piedra, uno adosado a la fachada y otro en la parte posterior.
En los muros laterales se destinan seis ventanas con vidrieras emplomadas de 0,70 cm de ancho por 1,40 de alto rematadas con arcos ojivales, con las imágenes de los patronos de la villa: Virgen de La Salud y Beato Andrés Hibernón y de los titulares de las cuatro parroquias: San Roque, Ntra. Sra. de la Asunción, San Pedro Apóstol y San José Obrero encargadas a la empresa de San Sebastián “Vidrieras Artísticas Unanue”.
El día cinco de febrero de 1973 se colocó la primera piedra, un capitel de la antigua iglesia de San Pedro Apóstol, de la ermita Ntra. Sra. de La Salud para rendir culto a la patrona de Alcantarilla y alcaldesa honoraria, que fue bendecida por el párroco de San Pedro Apóstol, D. José García Martínez y colocada por el alcalde de Murcia, D. Clemente García García.
La inauguración de la ermita, a la que asistieron las autoridades religiosas y civiles, se celebró el día seis de octubre de 1973. La corporación municipal estaba presida por el alcalde D. Fulgencio Pérez Artero, los tenientes alcaldes D. Gabriel Cobarro Hernández, D. Juan Domingo Tormos y D. Rafael Lorenzo Jover y, los siguientes concejales: D. José García Hernández, D. Francisco Guillamón Florenciano, D. César Fernández Fernández, D. Vicente López Herrera, D. Francisco Menárguez Arnaldos, D. José López Ruiz, D. Diego González Ruiz y D. Antonio Hernández.
Al tratarse de un edificio religioso de Patrimonio Municipal, cuando se constituye oficialmente la Hermandad de Ntra. Sra. de La Salud, en 1974, el Hermano Mayor D. José Capel Ortiz entre las gestiones que realiza destaca la solicitud, del veintidós de marzo de 1974, al Ayuntamiento sobre el uso y la administración de la ermita por tiempo ilimitado, para los actos propios del culto y de los fines de dicha Hermandad..
El Pleno de la Corporación , en sesión celebrada el día veintisiete de marzo de 1974, aprueba por unanimidad la solicitud del Hermano Mayor cediendo la ermita para dichos fines pero, sin carácter exclusivo, dada la categoría de bien de dominio público, a tenor del Art. 2 del vigente Reglamento de Bienes, aprobado por Decreto de 27 de mayo de 1955. Y se procede a efectuar una relación de los objetos que posee la ermita que queda reflejado en un acta-inventario, del día ocho de abril de 1974, del siguiente modo:
La ermita está pensada desde su concepción para dar culto a nuestra patrona y acoger a la gente del pueblo en fechas muy concretas, principalmente en la romería del mes de mayo, cuando se celebran las fiestas patronales en honor a la Virgen de La Salud y las fiestas populares en enero de San Antón. Una vez finalizado el periodo festivo, el pueblo vuelve a su origen y la ermita queda de nueva sola. La imagen de la Virgen por motivos de seguridad, entre otros, no se alberga en la ermita sino en la parroquia de San Pedro Apóstol desde el año 1967 y anteriormente en la capilla del convento de San Francisco de Paula. Desde aquí es de donde Nuestra Señora sigue siendo fuente de salud y prosperidad a nuestro pueblo desde siglos.