Esther y Adela o, lo que es lo mismo, "
Cartagena en una caja". Las protagonistas de
#UnMurcianoEnTuMesa de hoy son dos hermanas que, un buen día, decidieron enviar un maravilloso pedacito de su ciudad allá donde lo demanden y extrañen.
En el histórico barrio de La Concepción del enclave portuario se encuentra la sede de estas emprendedoras amantes de su tierra que empaquetan gastronomía, tradición y recuerdos en pequeñas cajas de ilusión. Si queréis conocerlas un poquito más pinchad en este
enlace para, acto seguido, entrar en su web y customizar vuestro pedido.
Tenéis varias opciones disponibles pero dos son las propiamente gastronómicas: con o sin ginebra cartagenera de Bodegas Bernal (V Colinas Premium Melón) en las que disfrutaréis de una pequeña pero más que significativa muestra culinaria de los
#1001SaboresRM por 35 y 20 euros respectivamente.
En ellas no pueden faltar productos tan típicos como los
crespillos de
Emilio Marín o los salazones, representados por una bandeja de mojama de Ricardo Fuentes e Hijos. Si dices Cartagena, dices
michirones y estar lejos de casa y no poder comerlos se acabó gracias a los que se incluyen en sus packs: los de Rational Food con los que solo tendrás que "abrir, calentar y disfrutar" de esos recuerdos que nos acompañan a kilómetros del hogar.
Nuestra Región es tierra arrocera y un rico caldero siempre se echa de menos más allá de nuestras fronteras. Ellas te dan la solución con un pequeño recipiente con el que cocinarlo aunque residas en Groenlandia. Ya sabemos que "de la mar el mero y de El Mosqui, el caldero" y con Cartagena en una caja, allá donde lo desees. ¿Y qué mejor que, mientras se cuece el cereal, tomar un aperitivo con aceitunas La Murcianica?.
Un buen menú debe acabar con un buen postre y estas chicas no han dejado nada al azar incluyendo unos maravillosos rollos de Pascua (que es dura todo el año si de disfrutar hablamos).
Ya no hay excusa para saborear tu tierra por muy lejos que estés. Sus cajas han llegado a lugares como Canadá, Miami o Turquía. ¿Y tú?, ¿a qué esperas para recibir en casa un pedacito de nostalgia sabrosa?